Os invito a que cerréis los ojos durante treinta segundos y penséis en las dos personas más significativas de vuestra vida.
Una vez que tengáis focalizadas a esas dos personas, pensad en tres adjetivos que definan a las mismas y por las cuales se han convertido en referentes para vosotros/as.
Seguramente, por vuestra cabeza aparecerán atributos como “luchador/a”, “noble”, “humilde”, “amable”, “buena persona”, “valiente”, etc.
Si os fijáis, rara vez aparecerán descripciones similares a “rico/a”, “guapo/a”, “poderoso/a”, etc.
Nuestros/as referentes, seguramente no lo sean por tener una gran casa, un coche de alta gama o ingresos económicos desorbitados.
Estas personas son modelos a seguir porque nos transmitieron valores que van mucho más allá de todo lo material o superficial.
Ellos/as fueron significativos/as para nosotros/as porque en momentos críticos como el que estamos viviendo en la actualidad, estuvieron allí para dar el do de pecho.
Nos encontramos ante una situación en la que es necesario dar nuestra mejor versión, por lo que debemos estar a la altura de las circunstancias.
Tenemos que ser conscientes que durante todo este proceso de confinamiento surgirán problemas a corto plazo que deberemos afrontar, por lo que os invitamos a conocer un modelo básico de Resolución de Problemas que puede ser de gran ayuda para llevar a cabo una toma de decisiones correcta en cada situación.
Aparecerán complejidades que deberán recibir una respuesta concisa por nuestra parte. A continuación, se muestran ejemplos actuales:
- “¿Qué hago con mi negocio y los clientes?”
- “¿Cómo puedo operar ante la falta de ingresos?”
- “¿Cómo puedo ajustar mi jornada laboral con los niños/as en casa?” En primer lugar, debemos de posicionar el problema en su escala
Tener problemas es normal. Evita decisiones impulsivas. Un amplio rango de situaciones complejas suelen tener solución.
En segundo lugar, es necesario llevar a cabo una buena definición del problema: “Esta situación está afectando a mi trabajo, ¿qué puedo hacer para solucionarlo?”
Tercer escalón, proponer alternativas realmente viables:
Opción A) Posponer todo mi negocio a cuando pase la crisis.
Opción B) Implementar mi negocio de forma online durante la crisis.
Opción C) Cerrar mi negocio y probar suerte en otro ámbito laboral.
Como cuarto paso, deberemos valorar las diferentes alternativas con sus pros y contras.
Elegiremos la alternativa que más pros y menos contras tenga, tanto a corto como largo plazo, para después planear su implementación.
En este caso, escogeremos como ejemplo la Opción A) Posponer todo mi negocio a cuando pase la crisis.
Pros: No voy a contagiar. No se contagiarán mis clientes. Puedo adelantar otras cosas de mi vida personal que había abandonado. Puedo dedicar tiempo a mi familia.
Contras: Ausencia de ingreso económico. Posibilidad real de pérdida de un número elevado de clientes. Aumento de probabilidad de no salir de la crisis cuando toda la situación sanitaria se estabilice.
En quinto lugar, pondremos en marcha la alternativa que mejor haya quedado puntuada, es decir, con más pros y menos contras, planificando paso a paso la forma de ponerla en funcionamiento.
Imaginemos que se elige la Opción B) Implementar mi negocio de forma online durante la crisis.
En ese caso, deberíamos contactar directamente con todos los clientes, proponerles la nueva modalidad de negocio, organizar cuidadosamente la agenda, prever posibles incidencias tecnológicas, establecer nueva forma de pago, acoplar las tareas al formato online, etc.
En último lugar, quedaría la fase de verificación, donde daríamos un plazo de 7 – 10 días a la opción escogida para valorar su funcionamiento.
En caso de respuesta negativa, volveríamos a repasar todos los puntos desde el último hasta el primero.
Para finalizar, me gustaría agradecer a la escuela de artes marciales AMC Castellón por hacer tangibles todos aquellos valores que dan pie a convertirnos en personas significativas para nuestros más allegados: humildad, respeto, disciplina, lealtad, cortesía…
#DeEstaSalimos
Paco Llorach Gómez
Psicólogo CV11883