Mucho ha llovido desde que tuve una conversación con uno de los docentes más relevantes en el campo de los procesos cognitivos, Juan Sevillá.
En ella, me hablaba del Sistema Nervioso Central (SNC) como si fuese una frutería, donde cada cajón del expositor representaba un proceso distinto.
Las manzanas simbolizarían la percepción, las naranjas serían el pensamiento, las cerezas representarían la atención, etc.
Todo funcionaría bien mientras cada fruta se encontrara en su caja, siendo el problema cuando dos naranjas cayeran en el departamento de las cerezas o una manzana en el de las naranjas.
Ese movimiento provocaría una distorsión que afectaría de manera notable a nuestro entendimiento de cada situación.
Pues bien, actualmente vivimos en tiempos donde mantener cada fruta en su cesta es vital para no caer en el desánimo.
Para ello, vamos a ver en esta ocasión una herramienta psicológica imprescindible para superar estas semanas de confinamiento, la Terapia Cognitiva (TC).
La TC tiene como objetivo un manejo eficiente de nuestros pensamientos.
Para ello, emplearemos el modelo A-B-C.
Todo se origina por una situación altamente ansiógena que estamos viviendo (A).
Lo que hace que nos sintamos de una forma o actuemos de la manera en la que lo hacemos (C), no solo depende de la (A), sino también de cómo interpretemos la situación.
A esta interpretación le llamaremos (B).
En esta ocasión, no tenemos control sobre la variable (A), por lo que es obligatorio que cambiemos (B) para sentirnos mejor y podamos modificar (C).
¿Cuáles son los pensamientos que están apareciendo en estos momentos?
A continuación, os dejo un listado con rumiaciones que posiblemente estén pasando por vuestra cabeza en estas semanas de crisis:
1) “No voy a poder aguantar estar encerrado en casa tanto tiempo”
2) “Vamos a acabar contagiándonos todos/as”
3) “Si me contagio, ¿puede pasarme algo grave?”
4) “Mi empresa va a tener que cerrar. Esto será mi ruina”
5) “Dicen que siempre habrá comida en el supermercado pero es mentira”
Vamos a analizar cómo podríamos rebatir un Pensamiento Negativo Automático (PNA) de este tamaño.
Para ello, utilizaremos el ejemplo (1), referente a la rumiación “No voy a poder aguantar estar encerrado en casa tanto tiempo”.
➜¿Qué pruebas tienes de que no vayas a poder aguantar estar encerrado?
“Que es el noveno día y no me adapto. Estoy empezando a estar nervioso.”
Este pensamiento entra dentro de la lógica y nos ocurre a todos en mayor o menor medida.
Este mensaje que nos envía nuestra cabeza SOLO demuestra que estamos ante una situación difícil y necesitamos tiempo para normalizarla, NO que no seas capaz de soportarla.
Necesitas reestructurar tu vida y como bien decía mi compañero y psicólogo Isaac Benedito en la anterior publicación, aceptar la situación.
➜¿Cómo te sientes cuando piensas que no lo vas a poder aguantar?
– “Que empiezo a estar irritado. Discuto por todo”
➜¿Te resulta útil pensar que no vas a poder con todo esto?
– “Para nada. Me hundo mucho más”
➜¿Qué lenguaje estas empleando?
– “Es imposible aguantar esto”
Demasiado intenso y extendido.
Si el pensamiento no se sustenta por datos evidentes, deriva en una respuesta emocional fuera de control, no siendo útil y mostrándose de forma desmesurada, por lo tanto, llegamos a la conclusión de que ese pensamiento es INADECUADO o DESADAPTATIVO, impidiendo que nos acoplemos a la nueva situación.
➜Por lo tanto, ¿que podríamos pensar en lugar de eso?
– “Los acontecimientos son novedosos para mí y para todos los demás también, será difícil y exigirá de un cierto tiempo, pero con esfuerzo y constancia me adaptaré a ellos”.
Para finalizar, agradecer a la escuela de artes marciales AMC Castellón por su trabajo desde el ámbito psicológico, equilibrando psique y cuerpo para obtener los mejores resultados no solo como deportista sino como persona.
#DeEstaSalimos
Paco Llorach Gómez
Psicólogo
CV11883